Mucha gente en Las Rozas le recuerda como Mónica, pero ahora quiere ir hacia delante con todo sus talentos y su nueva identidad. Iván tiene 22 años y le encanta el Arte y la Comunicación, un camino que escogió para superar su timidez. Con el teatro llegó la seguridad, y con el vídeo el salto como influencer en las redes sociales. Es consciente de la exposición pública en un tiempo de difícil transición. Su momento ahora es hacerse feliz y llenarse de todo lo que le gusta, especialmente cantando en el Coro Juvenil Villa de Las Rozas y el de Las Veredas.
¿Por qué te atrajeron las Artes Escénicas y la Comunicación?
Tenía verdadero pánico a la hora de comunicarme con las personas. Así que con la intención de vencerlo, decidí inscribirme en la Escuela de Arte Dramático de Las Rozas. Tenía 14 años y no sabía lo que me gustaba. El teatro hace milagros, me ha dado la posibilidad de conocerme.
¿Qué te motivó para ser youtuber?
Era la moda, tenía 17 años y yo también quería hacer videos de entretenimiento. Buscaba ser escuchado por todos, porque los adolescentes necesitan ser comprendidos y en general se sienten solos. Además era una gran oportunidad para darme a conocer como actor. Me ilusiona superar los 50.000 seguidores pero hoy en día me genera un gran sentimiento de responsabilidad, y de desconfianza, porque soy consciente de que siempre hay alguien detrás que quiere sacar beneficio de mi repercusión en las redes.
Siempre los pros y los contras….
Ya he pasado por esa etapa y no me he dejado llevar. Ser influencer es duro y, en ocasiones, un poco tóxico. Es insano la necesidad de recibir likes y de provocar envidias con lo que haces―lo llamamos postureo― pero yo quiero hacer otro contenido, ayudar a abrir la mente hacia lo que no se conoce y crear respeto.
Y, ¿cómo te han respondido las redes sociales?
Existen muchas personas desconocidas increíbles y también perfiles anónimos que me insultan. A veces me da miedo estar abierto a todas las críticas, pero soy un chico luchador que no está dispuesto a aguantar ciertas injusticias.
Has sido doblemente premiado en el Certamen Joven 2016 con un documental sobre violencia de género y a la mejor creación audiovisual con: ` ¿Cómo te sientes?´. Usando esta pregunta, ¿cómo te has sentido como joven en Las Rozas?
Llegué con 4 años a Las Rozas justo cuando nacieron mis hermanas mellizas. Me gusta donde vivo, hay movimiento de gente y a la vez es un lugar seguro y tranquilo. Me gusta donde vivo, hay movimiento de gente y a la vez es un lugar seguro y tranquilo. Aquí he tenido posibilidades artísticas y formativas. Lo que echo en falta es una educación ―en especial para los padres― que trate problemas reales, la sexualidad, el respeto o la igualdad. Los jóvenes somos rebeldes, quizás no seamos lo felices que parecemos y necesitamos que nos escuchen. Yo tengo suerte, porque mis padres siempre me han apoyado en todo.
Y, ¿cómo cambiarías esta comunicación intergeneracional?
Creo que las personas conservadoras funcionan por cómo se piensa de ellos, el ¿qué dirán? y por el miedo a perder su estatus. Yo me centraría en lo humano. Me empeño en lo que yo siento porque soy el único que me habito. Ojalá se pusiera de moda ser uno mismo aunque resulte duro enfrentarse a las reacciones de los demás. No deberíamos caer en el autoengaño, ni ponernos barreras para sentirnos mejor.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Mi principal proyecto es ser feliz siendo fiel a mis pasiones. Actuar, escribir y crear otros proyectos que tengo en mente; además de seguir formándome en el mundo de la interpretación. Quiero sacar un libro. Mi proyecto vital es concienciar al mundo para que descubran a las personas maravillosas que hay detrás de los prejuicios.
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